sábado, 1 de diciembre de 2018

La RETRACTACIÓN del orate ARANA

Desde Carlos Garaikoetxea hasta Iñigo Urkullu, todos los lehendakaris del PNV que ha tenido la democracia española han reivindicado siempre la figura Sabino Arana (1865-1903). Es el fundador de su partido y el padre del nacionalismo vasco, por eso desde las instituciones siempre han tratado de silenciar u ocultar de manera sistemática el giro españolista que dio este al final de su vida.

Algunos historiadores de corte independentista han achacado conversión tardía a los desvaríos que supuestamente le provocaba la enfermedad que acabó con su vida a los 38 años, conocida como el "mal de las heces de piedra".
Lo contaba "El Liberal" en su edición del 23 de junio de 1902, en una pequeña reseña titulada "La unidad nacional", y no dejaba lugar a dudas: "El semanario “La Patria”, órgano del partido bizkaitarra, ha publicado un artículo recogiendo el rumor de que Sabino Arana, jefe de los nacionalistas, actualmente encarcelado y viendo que a su partido se le impide la vida legal, se propone desistir de la defensa de sus ideas, recomendando a sus amigos que reconozcan y acaten la soberanía española y pidiéndoles un voto de confianza para redactar el programa de un nuevo partido, que aspire a la felicidad del País Vasco dentro del Estado español".

Para evitar interpretaciones erróneas, el diario aclaraba a continuación que, antes de la publicación de esta noticia, visitó a Arana para que confirmara si el rumor era cierto. Este dijo que sí y "declaró que el partido nacionalista no es posible que llegue a ser independentista por la evolución. Es necesario que abandone los ideales que mantiene hoy (...) "

 Arana, además, no sufrió presiones directas de ninguna clase para esbozar lo que debería haber sido su Liga de Vascos Españolistas en sustitución del Partido Nacionalista Vasco.

En primer lugar, porque las condiciones de su estancia en la prisión de Larrínaga no tienen parangón: atenciones de lujo, facilidad para comunicarse con el exterior y hasta un menú de Nochebuena, el de 1895, que incluía ostras, besugo, merluza y turrones.
Y en segundo, porque es muy poco probable que la enfermedad de Addison  (nombre oficial del mal de las heces de piedra) alterara sus facultades mentales.

En el semanario "La Patria", con motivo del artículo, se publicó una entrevista con el autor. Una de las preguntas fue: ¿Qué plan, línea de conducta o programa trazaría usted para el nuevo partido?.
Su respuesta fue: El de una autonomía lo más radical posible dentro de la unidad del estado español. Y a la vez más adaptada al carácter vasco y a las necesidades modernas.

 ISRAEL VIANA

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