Bill Gates piensa a lo grande y esta vez lo ha hecho con los inodoros. Con ellos puede salvar la vida de medio millón de niños en todo el mundo y ahorrar 200.000 millones.
El fundador de Microsoft ha presentado en Pekín una apuesta personal por hacer frente a la crisis mundial de saneamiento: un váter que no necesita agua ni conectarse a ningún sistema de depuración para funcionar y que transforma los desechos humanos en fertilizantes.
Su uso se puede universalizar gracias a que no necesita conectarse a ningún sistema de saneamiento, no requiere agua y transforma las deposiciones humanas en fertilizantes.
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