domingo, 26 de agosto de 2018

A vueltas con la misma estupidez de los negados


Los franquistas deberían estarle agradecidos, SR. SANCHEZ,: usted ha resucitado a su líder, lo ha devuelto a la calle, a los cafés, a la primera página de los periódicos, al imaginario colectivo, a la memoria de quienes ya no lo recordaban y a la curiosidad de quienes apenas habían oído hablar de él.

El culatazo puede ser de aúpa. Se entierran los cadáveres, pero no lo que éstos simbolizan.   ¿De verdad cree que alguien le votará por lo que acaba de hacer? No sea cándido. La gente vota por otras cosas. Más fácil es en este caso perder algún voto de quienes ya le votan que ganarlo entre quienes no lo hacen.

Mientras Napoleón, Lenin, Ataturk, Mao y el Tío Ho (¡menudos pájaros!) siguen en sus mausoleos, la España cainita escupe sobre su historia.
La editorial Renacimiento acaba de publicar un interesante libro escrito al empezar la guerra por una observadora australiana: Eleonora Tennant (Viaje por España). En él se lee: "La técnica comunista era casi idéntica en cada ciudad y pueblo (...). 1. Se saqueaban y quemaban las iglesias. 2. Se torturaba y asesinaba a las monjas y los curas. 3. Se saqueaban y quemaban las casas. 4. Se robaba o asesinaba (o ambos) a la gente por las siguientes razones: 
a) por pertenecer a la clase alta; b) por ir a la iglesias; c) por ser anticomunista o por no ser lo suficientemente pro comunista. Esas espantosas condiciones imperaban en todos los lugares hasta que las tropas de Franco tomaron la localidad".

Media España, como mínimo, lo sabía y apoyó al Caudillo. No es memoria, señor Sánchez. Es historia. Respétela.

 S.D.

1 comentario:

  1. Esta gente ha heredado de sus maestros de la escuela el concepto de que ser "progre" es ser antifranquista aunque Franco esté muerto desde hace 40 años.
    Lo mismo podrían haberles inculcado ser anti-alfonsinos de alfonso XII.

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