martes, 14 de noviembre de 2017

El chino LI, guardia civil


Encima de la mesa de Li está su tricornio. "El mío se hizo en Sevilla. Tuve suerte y no me tocó uno de esos que se fabricaron en China", bromea en referencia a que el Instituto Armado importó en 2008 algunas unidades desde el país asiático para abaratar costes.Él soñaba desde los cinco años con formar parte de un cuerpo armado.
"En China veía a los policías y soldados tiesos con sus uniformes y quería ser igual. De pequeño me ponía uniforme y correteaba con la escopeta", rememora Li, que cuando llegó a España no disfrutaba viendo dibujos como el resto de sus compañeros. Su pasión era observar en la televisión a los militares desfilando al ritmo del himno español cada 12 de octubre.
Li fue el primer chino de su colegio y de su instituto. También el primer alumno asiático de la Universidad de Jovellanos en Gijón. Superó todas las pruebas de la Academia de la Guardia Civil salvo una: la de altura. En el primer reconocimiento me midieron y no superaba el 1,70 obligatorio. Midieron mal y decían que tenía 1,68. Así que recurrí y en el segundo reconocimiento ya conseguí 1,70, recuerda. Li llegó a la academia de la Guardia Civil de Baeza (Jaén) en 2004 y las caras de extrañeza le rodearon.

El guardia no tendría problemas en detener al ex president si se lo ordenasen y por mandato judicial.
"Ya ha dado motivos para entrar en prisión. Luego está el debate de si debemos convertirle en mártir o no", subraya.
Li se compadece de la situación de los mossos constitucionalistas. "Tengo un amigo mosso y lo está pasando fatal. Está apurando las vacaciones como sea. Yo no podría estar así y abandonaría el cuerpo si existiese la pasarela (la norma que permitiría a los mossos ingresar en la Policía o la Guardia Civil)", señala Li.

No hay comentarios:

Publicar un comentario