viernes, 10 de febrero de 2017

No sólo Usa


El americano no es un caso especial ni aislado; antes y en otros países occidentales hemos comprobado cómo la dosis de razón que contenía la política occidental se iba perdiendo.

El Reino Unido opta, en un referéndum visceral, por separarse de la UE, siguiendo las pautas de líderes desaprensivos y mentirosos que prometieron para lograr el éxito de su causa volver a un pasado en el que los países poderosos fueran capaces de imponer sus condiciones; y en Francia Marine Le Pen se presenta como una opción realmente posible de encaramarse a la Presidencia de la República.

En Holanda, Austria y otros civilizados países del norte de Europa hoy la política no se podría entender sin la influencia determinante de los partidos de extrema- derecha.

Todo ello pone en grave riesgo el futuro de la UE, la obra política humana más sutil, sofisticada y cosmopolita, aunque inacabada y por tanto, deficiente, pero digna de todo reconocimiento si tenemos en cuenta que se ha ido realizando en base a acuerdos, en un marco de paz, sin guerras ni imposiciones militares.

Nicolás Redondo


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