sábado, 15 de octubre de 2016

¿Que GENOCIDIO causaron los españoles en América?


¿Odiamos los españoles a los cartagineses, a los romanos, a los árabes o a los franceses por habernos invadido?. Pienso que no.
Aquellos momentos, con retrospectiva, pudieron ser muy duros para nuestros abuelos históricos en ambos bandos, pero a la postre nos han dejado una historia común.

Los chinos ya habían explorado puntualmente la costa oeste de Ámerica unos años antes y habían aterrizado en varios puntos dejando huellas muy claras sobre su cultura y habilidades. Hay claros rasgos de trazabilidad adeneíca, mas allá de vínculos antropológicos, factorías (en la costa peruana) y fábricas de porcelana (en México). El almirante Zheng He, el famoso eunuco al servicio del tercer Ming, había hecho algunas incursiones sin mayores consecuencias que pequeñas escaramuzas, pues no era su propósito conquistar nada, sino funcionar mercantilmente a la "portuguesa", activando pequeños emporios comerciales que desaparecieron prontamente, e intercambiando espejitos con las poblaciones locales por valores con más proyección.

¿Pero que pasó cuando los españoles tocaron tierra con la idea de que iban a hacer jugosos negocios con mercaderes de largas túnicas y de ojos rasgado?;Pues que se lió parda. Cuando llegaron a Guanahani (San Salvador) en el primer viaje de Colón, les fueron a saludar unos señores muy cabreados, con una dentadura limada milimetricamente y unos colmillos que ni un cocodrilo del Nilo. Eran unos caníbales trabucaires que se comían a todo quisque sin poner la mesa y sin esperar formalmente el aperitivo; vamos, unos crápulas.

Los caníbales de marras, que tenían hambre atrasada, fueron desbordados por unos habilidosos soldados que habían hecho la carrera de armas en la guerra total que los tercios llevaban a cabo en aquella época en defensa de los intereses del rey en Nápoles. Total, que los alegres antropófagos, que se las prometían felices, fueron devorados en un santiamén por los experimentados españoles.

Cuando Hernán Cortés y sus huestes se adentraron en territorio mexicano, el follón que había montado entre los totonacas, los txalcaltecas, los chichimecas y los propios aztecas era de tal magnitud que el estratega español tuvo que poner un poco de orden ante tanto desaguisado. Cuando los aztecas se dieron cuenta de quién era el enemigo de verdad, ya era tarde; la guerra se había recrudecido hasta límites insoportables y no había malos ni buenos, sino que el quid estribaba en cómo dirimir la supervivencia. ¿Genocidio...?

Cuando Pizarro se dejó caer por los actuales países andinos, estos estaban inmersos en una guerra de sucesión fratricida hasta límites insospechados; se merendaban los unos a los otros (los diferentes incanatos) con una alegría que sonrojaba a propios y ajenos. ¿Qué hizo el capitán español? Debilitarlos hasta la extenuación. ¿Genocidio...?

 El paladín mundial de las libertades ha adoquinado en un dramático mosaico el suelo centro y suramericano con las crudas acciones de las bananeras y petroleras, pisotones a los opositores y laureados tiranuelos que rompen la gravedad con el peso de sus medallas; lamentablemente los que hoy apuntan a España como destinataria de sus dardos (en ocasiones teledirigidos con claros intereses sesgados o de distracción); si no hacen algo pronto, acabarán hablando inglés con acento neoyorkino.

Lo nuestro ocurrió porque un marino intentó buscar un camino más corto hacia Catay y Cipango, y encontró un continente descomunal como quien no quiere la cosa. Lo que iba a ser un intercambio mercantil sosegado y tranquilo, acabó convirtiéndose en una invasión no contemplada.


2 comentarios:

  1. Esa ignominia de poner de moda que los españoles cometieron genocidio con los indios aborígenes americanos la ha puesto de moda la actual juventud chilena, argentina, venezolana, cubana, etc. en las redes sociales.
    Pero no se sostiene ni con chinchetas.

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  2. Sí ha habido un cierto genocidio indígena en América hispana pero no en el siglo XV ni XVI sino en el siglo XIX y por parte de colonos argentinos, chilenos o cubanos, con el exterminio en sus fincas de inditos. Y sigue habiéndolo en Guatemala y Nicaragua hoy en día. En esos países los grandes finqueros se han cargado y se están cargando a los pocos indígenas que quedan.
    No hablemos ya de los anglos en USA que terminaron recluyendo a los supervivientes en "reservas".

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