lunes, 5 de septiembre de 2016

Los primeros televisores en España


Los primeros televisores que llegaron a España (muy pocos) de forma más o menos regular lo hicieron en 1956, y costaban cerca de 30.000 pesetas. Trasladado a euros vienen a ser unos 180, pero esa cifra en 1956 servía para mucho más. Curiosamente los datos sobre la evolución del valor adquisitivo de la moneda española indican una similitud (según su capacidad de adquisición de bienes) entre el valor de una peseta de aquel año, al un euro y medio de hoy en día, es decir, que un televisor costaba entonces lo que, por ejemplo, un muy buen coche hoy, básicamente unos 45.000 euros al cambio.

Pero aquellos pocos televisores existentes, en cuyos hogares se recibía una llamada cuando se iniciaron las retransmisiones de RTVE para avisar de que se iba a emitir algo (tal era la escasez), no fueron siquiera los primeros aparatos que hubo en nuestro país.
El primer televisor que llegó a España lo hizo en 1939, era de la marca Baird y pertenecía al Ingeniero Vicente Guiñau. Lo había comprado en Alemania 7 años antes. Cuando lo instala en su casa de Barcelona realiza pruebas para tratar de captar señales, obviamente extranjeras, ya que no había emisión en España, tuvo suerte: captó alguna débil señal desde Inglaterra.
Teniendo en cuenta que la primera emisión oficial de TVE se produjo a las 18:15 horas del 28 de octubre de 1956, Guiñau tuvo durante 17 años un bonito mueble del que presumir.


4 comentarios:

  1. En esa época lo peor era que la SEÑAL TELEVISIVA no llegaba a casi ninguna parte y las grandes ciudades instalaron repetidores de señal, con lo que en las urbes se veía pero no en los pueblos.
    Hubo gente en Guipúzcoa que llevaba un cable de antena hasta la punta de un monte cercano y lo conectaba a una antena con lo que conseguía ver muy borroso el único canal que había visible y alguna francesa si había suerte.

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    1. También yo conocí esa época. Y la peli o programa de más exito, en blanco y negro, era la de PERRY MASON. Que la daban, creo, cada lunes por capitulos independientes.

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  2. Al principio abusaban de los "bustos parlantes", aunque había una señora muy atractiva que anunciaba un coñac español, montada en un caballo; era lo poco que se podía ver.

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    1. Recuerdo el anuncio de la señora y el caballo y que creo que decía algo así como "el coñac ..... es cosa de hombres".
      Sí, salian demasiados bustos parlantes especialmente el del director de "Pueblo", un tal Emilio Romero.

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