La vida productiva de La Hispano-Suiza abarca desde 1904 hasta 1946. Un periodo nada fácil, cargado de conflictos bélicos y de gandes crisis tanto sociales como económicas. No obstante, del esfuerzo y la dedicación del empresario catalán Damián Mateu y del ingeniero suizo Marc Birkigt nació una eficiente empresa que tenía como máxima fundamental la calidad y refinamiento de sus productos.
Todo comenzó en un pequeño taller situado en la calle barcelonesa de Floridablanca –su razón social se denominó La Hispano-Suiza, Fábrica de Automóviles, S.A.– y, gracias a su buen hacer y al excelente aspecto que presentaban sus vehículos, pronto se hicieron con un nombre en el sector, traspasando incluso las fronteras de nuestro país.
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