Pedraza (Segovia). Amurallada y medieval, el pueblo de Pedraza está considerado uno de los más bonitos de España, y no solo por sus mágicas Noche de las Velas, cuando todas las calles de su centro histórico abandonan la luz eléctrica y se ilumina con pequeños cirios en pleno verano.
Palacios y casas señoriales se van sucediendo a partir de su plaza principal, así como no hay que perderse el castillo Museo Ignacio Zuloaga, la iglesia de San Juan o el pozo de las Hontanillas.
Sallent de Gállego (Huesca) es para muchos uno de los pueblos imprescindibles del valle de Tena. Las casas de piedra y los tejados de pizarra nos sumergen en un escenario de postal invernal, con muros de piedra en los que no faltan blasones, escudos, relieves e inscripciones.
Pasear por sus calles es sumergirse en el siglo XVI, fecha de su puente medieval o de la iglesia parroquial. Un perfecto punto de partida para descubrir el Pirineo Aragonés.
Bonitos pueblos, Zaldum. Conozco el segundo.
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