domingo, 11 de noviembre de 2018

Carlos de Viana



Antes de casarse con la madre de Fernando El Católico, el ambicioso Rey Juan II de Aragón tuvo cuatro hijos con Blanca de Navarra. El único varón, Carlos de Viana, habría de heredar al fin la Corona de Aragón y el Reino de Navarra, un territorio que desde hacía siglos se disputaban los reyes aragonés y franceses.Carlos de Viana nació 31 años antes que Fernando El Católico y su educación se encaminó para ser rey de Navarra.

Se alternó así los ejercicios físicos con los estudios literarios y políticos, hasta dar por resultado un joven amante de la paz y mecenas del arte. Con la muerte de su madre en 1441, Carlos de Viana se convirtió, con 21 años, en heredero universal de los Estados de Navarra y de Nemours, bajo la condición de que no tomase el título real sin la bendición y el consentimiento de su padre.

Juan se casó en segundas nupcias con Juana Enríquez, hija del almirante de Castilla, en un intento por ampliar sus intereses en este reino. De este matrimonio, el fruto más maduro fue el futuro Fernando El Católico.
Las graves diferencias con su padre desembocaron en una guerra civil entre los beamonteses, partidarios de Carlos, y los agramonteses, defensores de la causa de Juan. Padre e hijo se enfrentaron el 23 de octubre de 1451 en la batalla de Aibar, donde Carlos fue derrotado, desheredado y desterrado.
La prisión de Carlos en Lérida provocó que la mayor parte de los señores feudales y la Generalitat salieran en defensa del príncipe navarro y extendieran la insurrección por Cataluña. Las voces en favor de nombrar heredero a Carlos también resonaban por Mallorca, Valencia, Sicilia y Cerdeña, e incluso se vivieron varias incursiones de rebeldes catalanes en Aragón.

Procurando atajar la rebelión, Juan II accedió a liberar a su hijo en marzo de 1461 y a concederle la lugartenencia general de Cataluña, así como a reconocerle heredero real de este territorio. Cuando la guerra en el seno de la Corona de Aragón estaba próxima a reanudarse se produjo la sorprendente muerte de Carlos de Viana, a los 40 años, el 23 de septiembre de 1461. Su madrastra, Juana Enríquez, fue acusada de haberle envenado por la mera razón de que estaba cerca de Barcelona cuando aconteció la muerte.
Tampoco faltaron quienes acusaron directamente a Juan II de ordenar asesinar a su hijo, cuya existencia y actuaciones políticas cada vez resultaban más incómodas al Rey de Aragón.


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